martes, 5 de abril de 2011

El día que vi a U2.


Después de ese día queda uno con la sensación de no haberlo visto todo, incluso antes, pero también con la sensación de que es difícil superar un espectáculo de una banda en vivo, incluso creo que para el mismo U2 será difícil reinventarse.  Piensa uno en los típicos conciertos con una tarima al frente y dos pantallas al lado (y eso, si funcionan).. piensa en el guitarrista que prefiere cerrar los ojos para no mirar siempre el mismo punto, y claro piensa en uno atrás, atrás viendo al artista del tamaño de un dedo porque sus ingresos no alcanzaron para más...  Lo mejor de todo el cuento es que los 4 amigos, porque queda muy claro a través de las dos horas del show que estamos viendo a los mismos cuatro amigos que se juntaron más de 20 años atrás y que ahora vemos sus looks ochentenos en una pantalla de leds ultramoderna que sube y baja sin ni siquiera pensarlo, es que ellos la tienen clara: han imaginado un superconcierto, un espectáculo de proporciones inigualables y eso es lo que brindan...

Las solas ansías por comprobar lo que dicen los periódicos y lo que muestran los vídeos sobre "The Claw" es algo emocionante.  En esta oportunidad la Garra ha quedado escondida por otra megaestructura: el Estadio Unico de La Plata (único estadio techado de Latinoamérica), pero se complementan, incluso se achican a la luz del día, y es ahí cuando uno empieza a sentirse cerca, y queda también la sensación de si uno se siente cerca viendo los primeros planos en esa inolvidable pantalla, o si simplemente esta cerca de cuatro grandes que han acompañado muy seguramente la banda sonora de la vida de varios de nosotros.  El despliegue tecnológico y de logística a lo largo del show es realmente mágico, es como algo que uno siempre pensó de un buen concierto de rock, y U2 tiene el privilegio de haberlo llevado a la práctica.

Muse, la banda invitada para abrir la noche no solo cumple con las expectativas de muchos de sus nuevos fans, sino que queda a la altura del impresionante montaje y más allá nos deja con la sensación de querer más de esa actitud rockera perdida años atrás. Muse le da espacio a las musas que pasan por nuestra cabeza.  Un poco de demora entre un show y otro se ven recompensados cuando por el sonido central del estadio suena "De Música Lígera"de Soda Stereo, en un acto pensado como un homenaje indirecto, y sabe uno que esta noche tambien va a ser más que especial.  El gran 360 se vuelve a encender y una gran rejilla se abre para ver el ingreso de los cuatro U2 a su show, se apagan las luces y es hora del Vertigo.

Nunca fuí un gran conocedor de U2 e incluso no conozco mucho de su trayectoria y su biografía musical, incluso muy seguramente me sé más sus canciones "comerciales" que seguro otras más importantes, pero cada canción que va sonando logra conmover hasta al más argentino de todos, es un viaje músical por más de 30 años de éxitos, y un viaje que fluctúa entre los extremos más políticos y más sentimentales de su discografía.  Cuando suena Vertigo las imágenes 360 empiezan a girar a alta velocidad y siente que el gran platillo volador despegará, minutos después Bono habla de Mercedes Sosa... y al final aunque se ha cantado hasta el fin y cree que ya no faltan más, sabe uno que ese show puede durar toda la vida..  Es difícil por momentos quitar la mirada de la gran pantalla, o seguir la pista de los cuatro alrededor del círculo principal del escenario...  puede estar Bono encima de alguno de los puentes que permiten la interconexión entre las zonas de la tarima, mientras la bateria rota sobre su propio eje y la pantalla se despliega en cientos de pequeños leds mientras transmite un mensaje político y consciente... todo puede pasar al tiempo, pero siempre un impecable sonido lo devuelve a uno a la canción, a los acordes, a los cuatro amigos tocando en el centro de un escenario (recordando en palabras del mismo Bono, a las cuatro fabulosos Beatles...). En canciones como One o Moment of surrender (con 70mil lucecitas de celular encendidas de fondo) sabe uno que el escenario es solo una parte más, un artefacto, una interfase que nos permite conectarnos con los sonidos de nuestra vida.


PD.  De lejos es inevitable también pensar  en porque un show de estos no puede llegar a mi país, en como la burocracia e incluso la democracia nos condenan a atrasos de años luz en tecnología y más allá de todo, en cultura.  En palabras de varios organizadores de conciertos en Colombia la gira U2 360 simplemente no pasa por Colombia porque no se "prestan" los escenarios...
Conozco más de cinco personas (y seguro cientos, incluyendo el show en Chile) que viajaron exclusivamente desde Colombia para ver a U2....
Se está donde se debe y se quiere estar...



what a beautiful day with you fue.

una reseña muy personal del show de U2 360. Sábado 02 de Abril 2011. Estadio Unico La Plata, Buenos Aires, Argentina

2 comentarios:

  1. Una pequeña corrección:

    El escenario se llama "The Claw"

    Gracias por compartirnos la experiencia.

    ResponderEliminar
  2. Gracias. (corregido, pequeño error de escritura).

    ResponderEliminar