miércoles, 15 de septiembre de 2010

Esperame -Hablando de Tango



Me arriesgaré a escribir sobre Tango.  No en el sentido de alguien que sabe sino justamente en el de que no sabe nada, siendo por lo mismo bastante arriesgado y poco certero.
Motivación única: me gusta.  Me gusta su transfondo romántico y trágico. El desamor en toda su expresión.  Lamentablemente asocio al tango como melodía antes que como baile, incluso lo asimilo antes que melodía como lírica, letra y sentimiento. Más sentimiento que todo.
E inevitablemente lo relaciono con Buenos Aires. Una Buenos Aires que ya no está aquí pero que se ve en cualquier esquina. Contradictorio. Sí.

Hace ya algunas semanas terminó el Festival y Mundial de Tango, ahora convertido en Patrimonio de la Humanidad y por lo mismo de lo que esto pueda significar para gobiernos y organizaciones.  Fue un motivo para acercarme a eventos, a milongas y a un universo que jamás alcanzaré a comprender, por lo menos no mientras esté aquí.  Necesitaría poder escucharlos todos e incluso saber bailar.

El festival tuvo algo de todo, y poco de mucho… milongas, piano, el día que me quieras, colas, filas, turistas, zapatos, recuerdos, luna park, baile, baile, tango electrónico, cultura, cultura, gardel, más tango y festival también.  Bajo cualquiera de las circunstancias el denominador común: sos colombiano? - allá escuchan mucho tango, les gusta… -sabés bailar cierto?…
De las 20 parejas en la final de tango espectáculo, 4 eran colombianas. Ninguna quedo entre los 5 primeros puestos.  Encontré algunas fotos en medios colombianos, y ninguna reseña de estas parejas que lo dejan -casi todo- por llegar a bailar en la capital del Tango.  Conocí el Luna Park, escuché a Susana Rinaldi y me perdí a Rubén Blades.

Vivo en Almagro. Conventillos, tanguerías, calles viejas y un sitio para ir a comprar cosas. Un alkosto tal vez.  Todo sale al costo. El costo lo pongo yo. Barrio obrero sin saber lo que ello significa. Barrio de estudiantes escuché recién.   Viejo barrio que suena a Bandoneon y a aroma de Tango. Por ahí camino casi todos los días. El Abasto literalmente no está aquí o limita aquí. Abasto no es barrio, por lo menos no en las guías que no Son turísticas. Barrio Valbanera.

Esperé como 15 minutos parado en la esquina de Anchorena con Corrientes, pensaba en varia gente interesada. Llegué yo solo. Visita guiada al Abasto: Inspiración de Gardel, organizado por el gobierno de la ciudad.  En Colombia seguramente el guía no habría llegado, cancela la visita, inventa algún pretexto, no sé.  Me hicieron la visita guiada a mi solo…. caminamos por Abasto, por el Callejón del Filete, me contaron de Gardel. Dos guías para mi. Rarisimo.

Cada vez caigo en cuenta que este tal vez no es un escrito de Tango.
El Barrio era otro, el mercado también.  La pregunta es… entonces que vio Gardel? Obvio no es lo mismo.  Otra ciudad, más gris tal vez… de grandes extensiones pocos edificios mucho alcohol y prostitutas… un viejo puerto famoso en el mundo occidental.  Después de la visita es la imagen que tengo. O tal vez ya la tenía.

Isabelita en el fondo nunca superó que Gardel no estuviera con ella, asuntos familiares los distanciaron. Carlitos debería viajar en sus extensas giras y pensar en sus próximas películas. La expresión de su rostro lo dice todo. No hay igual.  Después de que el avión estrelló (¿?) en Medellín e incluso hacia su muerte (así lo leí en el museo casa gardel) -la casa comprada a su Mamá y a varias cuadras de donde todo turista toma fotos de la esquina gardel- Isabelita siguió viendo a Gardel como su enamorado, la novia eterna.  El día que me quieras ahora tiene sentido.

Unos días antes había pasado y devuelto años luz en el tiempo para asistir al Boliche de Roberto, en una de las esquinas de Plazo Almagro y motivado por mi compañía colombiana y nuestras ganas de sentir algo del espíritu del barrio perdido…  Botellas de años incontables reposan en las paredes, el gato sale de su lugar, solo hay una pequeña tarima de 1m cuadrado a lo mucho.  Guitarra cantante.   Vieja heladera. Polvo. 2 de la mañana. Tango y sentimiento. Dolor en el alma. Frio. bruma neblina y no hay bandoneón, pero Gime.

Mi primera imagen de tango la sentí en Boca: El viejo Puerto, una pareja protegiendose de la lluvia. Nosotros sin salir en cámara corriendo.  El tango es porteño.
El tango es seducción. El tango es lo que tu no entiendes. El olvido tal vez. Nadie jamás te hará un tango, tenlo por seguro, y menos, menos en este puerto.

En los días siguientes cuando llegué a este barrio me encontré dos cosas bastante interesantes:  todas las tardes alguien en algún departamento cercano toca piano; la segunda, el muchacho que arreglaba el depto cantaba Tangos, quiere ser bailarín, el último día que lo vi mientras yo cocinaba cantaba el primer tango de Gardel.

El puerto y el rio. El rio habrá de llevarme al Mar. Al mar Marino por supuesto.
Ahorá sé que te interesa Gardel.  Esperame.

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